lunes, 24 de agosto de 2009

Los "toros" no se lo olvidan



Mientras en el NOA algunos tuercas reacondicionan sus coches TORINO, en el país se rinde homenaje a Oreste BERTA, con una gran caravana que desembarcara en la fortaleza de Alta Gracia. Como dice la tapa de CORSA, a Berta no le gusta que le digan Mago. Y el motivo lo explica él mismo. “El mago no existe. No es magia, es trabajo. Todo lo que logré fue producto de mucho trabajo y sacrificio. No hubo ninguna varita mágica en mi vida”. Tan claro como el agua.Tan bueno como Oreste.


Con 45 vehículos Torino pasó ayer por la ciudad de VILLA MARIA la Caravana de los Torino, que luego de un refrigerio en el Museo del Automóvil "Don Iris", siguieron camino hacia Alta Gracia, donde hoy participarán del homenaje a Oreste Berta, justo en el 40mo aniversario de la recordada carrera de las 84 Horas de Nürburgring.

A los 45 autos que llegaron a la ciudad, la mayoría de ellos de Capital Federal y provincia de Buenos Aires, se sumaron otros de esta ciudad y la región, entre ellas las localidades de Hernando, James Craik, y Las Varillas.A éstos se sumaron las dos legendarias Liebre 1 y medio y Liebre 3, propiedad de Néstor González y Miguel Kurtiac.Se pudo observar un cordial encuentro de camaradería, unidos por las pasiones que despierta el "Toro" entre sus fanáticos.Los autos estuvieron en exhibición durante más de una hora y luego la caravana siguió viaje hacia Córdoba, para asistir hoy al homenaje de Oreste Berta.


En el recuerdo

Bajo la denominación del Maratón de la ruta, hace 40 años se desarrolló una inolvidable competencia automovilística internacional que sirvió para poner en la consideración mundial un coche argentino, el Torino, conducido por pilotos nacionales. También reconocida como las 84 Horas de Nürburgring, hoy vuelve al recuerdo la hazaña de la industria automotriz argentina, que bajo la inspiración del quíntuple ex campeón mundial Juan Manuel Fangio se cumplió durante varias jornadas sobre el difícil y exigente circuito alemán. Con un auto fabricado en el país, el Torino trascendió nuestras fronteras y se mostró ante los ojos de miles de aficionados y seguidores del automovilismo mundial. Tres Coupé Torino 380 W, 28 cajones de repuestos y un grupo de pilotos y mecánicos salieron a conformar la Misión Argentina, con la dirección de Juan Manuel Fangio y en ese momento el promisorio gran preparador Oreste Berta. La gran aventura se concretó con la participación de los pilotos Luis Rubén Di Palma, Oscar Espinosa Fangio y Carmelo Galbato en la cupé número 1; Gastón Perkins, Jorge Cupeiro y Eduardo Rodríguez Canedo, en la número 2, y Eduardo Copello, "Larry" y Oscar Mauricio Franco en la número 3. También integró el grupo de pilotos en carácter de suplente Néstor Jesús García Veiga, quien remplazó a Juan Manuel Bordeau, que se había accidentado en una carrera de Turismo Carretera en el circuito de Los Cóndores, Córdoba.
LOS TORINO EN LAS 84 HORAS



Otros tiempos, otras personas, otras realidades. Era 1969, con un reto singular: ponerse a prueba entre los mejores del planeta. La industria automovilística argentina y, en particular, IKA Renault buscaban la perfección, y la Marathon de la Route, u 84 Horas de Nürburgring, se presentaba como una ocasión óptima.
Organizada por Royal Motor Union, de Lieja, Bélgica, la competencia reuniría 64 Porsche, Lancia, Mazda, Ford, BMW, Fiat, Volvo, Alfa Romeo, Mercedes-Benz y Renault de sport, turismo y gran turismo. Y en uno de los más célebres escenarios: Nürburgring, con sus 22.835 metros y 182 curvas por giro. Allí donde en 1957 había consumado su más grande proeza Juan Manuel Fangio.
Ahora El Chueco de Balcarce era el director de equipo de la Misión Argentina, con Oreste Berta, El Mago de Alta Gracia , como preparador de las tres cupés Torino 380W. "Vamos a aprender. Y a demostrar que sabemos hacer las cosas con seriedad", fijó Fangio como meta. Se trataba de tres días y medio seguidos de carrera, del 20 al 23 de agosto, con tres pilotos por coche: Rubén Luis Di Palma, Oscar Cacho Fangio y Carmelo Galbato en la Nº 1; Eduardo Rodríguez Canedo, Gastón Perkins y Jorge Cupeiro, en la 2, y Eduardo Copello, Alberto Larry Rodríguez Larreta y Oscar Franco, en la 3.
Poco y nada esperaban de ellos los extranjeros, pero dos de los coches argentinos llegaron a estar al frente. Al final, dos abandonaron, accidentados, pero el Nº 3 giró más vueltas (334) que el resto, y de no ser por una reparación que lo penalizó con 20 giros de descuento, habría ganado. Al cabo, quedó 4º, aunque 1ero en la categoría de 3500 a 5000cc. La Misión Argentina, única, jamás repetida, fue un orgulloso éxito. Tanto, que en el país hubo felicitaciones públicas de Ford y de Chevrolet, marcas rivales de Torino.
Fue hace 40 años. Otros tiempos, otra Argentina, otro automovilismo nacional.

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