Al frente de su propia compañía, la bailarina, actriz y vedette apostó por “Morocha Argentina” antes que por sumarse a proyectos de terceros. Se llevo miles de aplausos de su gira por Tucumán y Salta.
La escultural vedette estuvo acompañada por su “soñador” de “Bailando por un sueño”, Miguel Brandan; por Martín Bustos “El Pastor Quemau”, ganador de Talento Argentino; y “Abbamannía”, la banda tributo a Abba que revivió para los tucumanos los mejores temas del popular conjunto.
En su baile, un paso al costado de las revistas que intentaron convencerla de sumarse a elencos de otros, de mostrarse detrás de otras. Laura Fidalgo le dijo que no y que muchas gracias a Moria Casán, que la había invitado a What Pass Carlos Paz? el verano pasado, a Javier Faroni, a Carmen Barbieri que le sigue insistiendo con entrar a Vedettísima cuando ella va a ver a su novio, el mago Juan Durán. A Marcelo Tinelli, que la quería en el jurado de "El musical de tus sueños". Laura Fidalgo quería volver al escenario pero con su propia compañía, un grupo de trabajo en el
que, dice ahora, "pudiera sentirse en familia". En 2005 le puso su nombre y el próximo viernes la traerá a la Ciudad de las Artes, con título de señas personales: Morocha Argentina.–¿Qué lugar ocupa este show en tu carrera?
–Era un sueño que tengo desde hace años, cuando era más chica. Igual que lo fue tener las escuelas y ya tengo dos. Esto se trata de mi propia compañía y de poder mostrar todas mis facetas, un espectáculo basado en el music hall, la comedia, el buen humor. Siempre quise tener mi grupo, mi gente, poder recorrer mi país, quiero hacer lo que realmente siento.
–¿Qué buscabas cuando empezaste con la compañía?
–Yo vivo de mi trabajo y colaboro con mi familia, por eso era importante este desafío, armar un grupo humano donde me sienta bien, inspirada, gente con talento pero también con ganas de trabajar. Más allá de la calidad artística, que es muy importante, quiero gente con hambre. Soy una obrera de mi trabajo. Si hay que armar la escenografía lo hago. De chiquita fui así y cada emprendimiento es como si fuera lo primero de mi carrera, ese es mi sentimiento interno, soy como una nena con juguete nuevo.
–Tu paso por "ShowMatch" abrió muchos frentes. ¿Te sirvió la experiencia o fueron más dolores de cabeza que beneficios?
–La experiencia fue buenísima. Lo que me molestó fue la histeria, la soberbia, el mareo de alguna gente, pero entiendo que es por inseguridad. Lo viví mal por el efecto que tuvo todo eso; le tuve que poner un marcapasos a mi papá. Vengo de una familia muy tradicional y cuando vieron que me trataban mal, no lo entendieron. Veía sufrir a mi familia y mis amigos y no hay derecho. Creo que hay gente que tiene mucha inseguridad y su rol en la vida es ese.
–Pero a cambio tenés a Miguel, tu soñador.
–Claro, que es una persona extraordinaria. También uno siente los momentos, creo que este puede ser mi gran momento. Soy consciente de que el programa me dio esta gran popularidad en la tele. En nuestro país es muy difícil surgir como bailarina, hacerse un nombre y conseguir el aval de un productor que te maneje, te lleve afuera y mueva bien tu carrera.
–Siempre está el camino del escándalo.
–Sí, hay mucho de esto mediático, pero yo no juzgo porque no soy quién. Cada uno hace lo que puede y como quiere. Soy muy devota de la Virgen de San Nicolás y doy gracias a Dios cuando veo al público, que es como una gran familia. Por una hora y media sé que les quiero dar lo mejor de lo que sé hacer. Quiero sacarles sonrisas, entretenerlos, con tantas angustias y amarguras que hay, trato que pasen un rato de disfrute.
Varieté para Laura
En la base, la estructura de music hall, con muchos cuadros de baile, música en vivo y sketches humorísticos a cargo de Laura Fidalgo, Martín Bustos y Miguel Brandán. Morocha Argentina muestra a la bailarina, a la actriz, a la vedette y a la cantante, con un blues en el que aparece con muchos kilos extra y un manifiesto a favor de la actitud antes que los complejos. La música es de Martín Bianchedi y el repertorio incluye reguetón, hip hop y ritmos bailables varios. Hasta Un año de amor, para dúo de soñadores.
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