En el marco de los 75 años de creación de la diócesis, cientos de devotos de la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya participaron el domingo 4 de octubre de la primera peregrinación hacia el santuario dedicado a la santa patrona de Jujuy, ubicado en la localidad de Río Blanco. La procesión con la sagrada imagen partió desde la catedral a las 6 de la mañana, acompañada por bandas de sikuris y una innumerable cantidad de fieles, y cumplió un nuevo recorrido por distintas arterias de la ciudad hasta arribar al llamado "Camino de la Fe", acondicionado especialmente por la comuna capitalina para el mes mariano. Bajo el lema "Discípulos misioneros del amor divino" la primera peregrinación estuvo dedicada a las familias de la ciudad Capital y de Palpalá, que en gran cantidad acompañaron a la Virgen en el trayecto hasta Río Blanco y luego participaron con profunda devoción de las misas que se oficiaron en el lugar. Coordinaron las celebraciones diversos colegios pertenecientes al Consejo de Educación Católica. La primera misa estuvo presidida por el presbítero Héctor Barrera y se celebró a las 7, ante los primeros fieles que arribaron al lugar.
A la 8.30 fue la misa central en el campito de la Virgen y su nuevo templete construido en cercanías del santuario, a cargo del obispo de Jujuy, monseñor Marcelino Palentini, y presidida por la imagen peregrina de la Virgen del Rosario de Río Blanco.
El mensaje del pastor diocesano, dirigido a las casi cuarenta mil personas que se dieron cita en todo el predio del santuario, se centró casi exclusivamente en el compromiso de ser discípulos misioneros del amor divino, además recordó a los jujeños que "Dios elige a un pueblo para que lo siga y anuncie su amor" y afirmó que "Dios es fiel a sus promesas: libera, acompaña, salva y da el Salvador".
Durante la homilía el prelado precisó que "Jesús, el Dios hecho hombre realiza la obra salvadora entregando su vida para la salvación de todos los hombres. Necesita
colaboradores, por eso elige a los discípulos, los forma, los hace testigos de todo lo que decía y hacía, como el antiguo pueblo de Israel hacía sido testigo de las maravillas que Dios realizaba para su liberación". Continuó expresando que "los elegidos son enviados para llevar la buena noticia a todos (misión universal) y dar testimonio de Jesús que es la verdad" y destacó que "no son enviados para ser maestros de muchos discípulos, sino para hacer discípulos de Jesús sentirse enviado en el nombre de Jesús: han tenido la experiencia de la resurrección de Jesús y a anunciar el reino de Dios que ha llegado y han comenzado tiempos nuevos".
Afirmó que "no es tarea fácil, pero Jesús les pide no tener miedo sino confiar en la fuerza del Espíritu y en su presencia permanente desprenderse de los condicionamientos humanos (poder, riquezas, orgullo, etc), saber jugarse por el Reino, anunciar el mensaje de Jesús con fidelidad.
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