domingo, 4 de octubre de 2009
El gran premio de la nostalgia
El Gran Premio YPF Argentino Histórico volvió a reunir sobre las rutas argentinas la pasión por los autos, la nostalgia y la solidaridad. Jujuy Tucuman y Salta volvieron a disfrutar del paso los ases del volante, que año a año despiertan simpatias.
Esta séptima edición también puso a prueba la nobleza de aquellos vehículos que llevan sobre sus espaldas tres, cuatro y hasta cinco décadas rodando, el espíritu de sus orgulloso. A la noche, bajo una lluvia torrencial, se largó la prueba desde la rampa ubicada frente a la sede central del A C A, en la Avenida Del Libertador 1850.
Desde allí partieron los 320 automóviles inscriptos entre los cuales figuraban Fiat 600, 1100 y 1500; Peugeot 403 y 404, Auto Unión, Citroën, NSU, Renault Gordini, Borgward, Ford, Volvo, para recorrer cerca de 4.100 kilómetros a través de 11 provincias: Buenos Aires, Córdoba, San Luis , San Juan, Catamarca, La Rioja, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Santa Fe y Entre Ríos en seis etapas como una forma de reeditar las clásicas competencias realizadas entre los años 1910 y 1975.
La "Gran Carrera", como ya se la denomina en el ambiente automovilístico, finalizó el sábado 26 frente a la Basílica de Luján.
Luego, y para acrecentar el recuerdo y la nostalgia, llegaron varios Turismo de Carretera de los años cuarenta para realizar la entrega de premios.
Jorge Augé Bacqué, presidente del comité organizador, explicó que la ciudad de Luján siempre e históricamente fue paso obligado de los Grandes Premios y lo grafica con algunas anécdotas vivenciadas por él mismo: "Luján fue la llegada tradicional de muchos Grandes Premios, incluso el escritor Roberto Artl en1933 escribió en el diario Crítica un artículo sobre la llegada del Gran Premio a la ciudad de la Basílica. En 1947 hay una foto de un auto llegando a la Basílica y con un helicóptero encima, algo poco habitual para la época y que recorrió todo el país".
Pero, además de la pasión deportiva, el gran objetivo de la competencia es llevar solidaridad, básicamente a escuelas del interior, entregando el mejor premio, una sonrisa.En punta se encuentran dos Peugeot 404, primero Christian Álvarez Fernández, seguido por Carlos Di Tella, luego el Mercedes Benz de Eduardo Tomasello y las dos coupe Fiat 1500 de Osvaldo Mendoza y Manuel Urrea. El resultado es solo anecdotico porque en la ruta existe un abrazo argentino.
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