jueves, 27 de agosto de 2009

El NOA aspira a regionalizar los impuestos


Representantes de los Gobiernos de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero se reunirán en San Salvador de Jujuy el próximo martes 1 de septiembre, a fin de continuar el trabajo conjunto para la instalación de la Agencia Regional de Desarrollo del NOA (ARDNOA).
El Proyecto fue aprobado recientemente en una reunión celebrada en Buenos Aires, oportunidad en la que se acordó presentarlo ante el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD).
Será financiado por el PNUD y la Cancillería Argentina, cuenta con dos componentes principales: el diseño institucional de la futura Agencia y el Plan de Política Integral Regional.
A la reunión en San Salvador de Jujuy asistirá el representante del Poder Ejecutivo ante la ZICOSUR y Organismos Internacionales, Hernán Cornejo
Las diferentes cámaras representativas del comercio de todas las provincias del NOA (Catamarca, Jujuy, Salta, Tucumán y Santiago del Estero) buscan unificar un anhelo de vieja data, que es la regionalización de impuestos, así como la flexibilización en el pago de aportes patronales.
A esta conclusión se llegó durante la primera reunión que se realizó días atrás en Tucumán, en donde también se coincidió en la importancia de facilitar el crédito a los empresarios comerciales, como una manera de superar la actual crisis financiera.
La segunda reunión se realizará el 25 de septiembre próximo en Tucumán, donde se unificará la información sobre impuestos y aportes patronales y se avanzará en la elaboración del proyecto.
Costos empresariales Tucumán es una suerte de laboratorio económico e impositivo. Los empresarios están espantados ante la voracidad fiscal del Gobierno. En pos de actualizar la legislación tributaria (buena parte de ella rige desde hace tres décadas), Rentas avanza con medidas que tienden a incrementar los costos impositivos del sector privado. No se discute que esas acciones sean necesarias para el fisco, pero sí la oportunidad: no hay empresa que no haya sido vapuleada, en mayor o en menor medida, por la crisis. Durante la última reunión de empresarios del NOA, en la FET, se deslizó entre los asistentes que cada vez hay más trabas fiscales para comercializar con Tucumán, debido al régimen de retención y de percepción a los contribuyentes foráneos. Dentro de un mes se sabrá cuál es la provincia más cara por la presión impositiva. "Se llevarán algunas sorpresas", desafían los técnicos del Ejecutivo, señalando a Salta como una de las más onerosas en términos tributarios. Quejas de consumidorLos debates políticos y empresariales casi pasan inadvertidos entre los consumidores. Este eslabón de la economía asiste a un escenario donde todo se conjuga con "azo" (tarifazo, impuestazo o boletazo). El Gobierno trata de disimular los reajustes tarifarios en los servicios privatizados, pateándolos para más adelante. En el caso del transporte, los subsidios son casi patrimonio exclusivo de Buenos Aires. De allí el clamor de los empresarios del sector por el postergado reajuste en el precio del boleto.Si se toma la tarifa del transporte urbano de pasajeros, Tucumán posee hoy el boleto más caro de la región: el mínimo cuesta $ 1,70. En Santiago del Estero vale $ 1,50. En Salta y en Jujuy se cobra $ 1,25. Ni hablar del servicio de taxis. Más allá de que sea justo el reclamo de los propietarios, el aumento del 20% golpeó con fuerza al bolsillo del asalariado. En Tucumán, la bajada de bandera ahora cuesta $ 2, mientras que por cada 80 metros (no cuentan las ochavas) se cobra $ 0,15. En Santiago, algunas empresas cobran $ 2,50 los 1.000 metros y $ 0,16 por ficha. En Jujuy, si bien la bajada de bandera es la más cara de la región ($ 2,50), se compensa con la ficha (vale $ 0,10). Y en Salta es al revés: la bajada de bandera es de $ 1,40 y la ficha de $ 0,19.Las comparaciones son odiosas, pero de vez en cuando son necesarias para describir el contexto, el impacto y la espalda financiera que tienen los asalariados para hacer frente a los aumentos. En el sector privado de Tucumán trabajan 135.000 personas, casi la misma cantidad de la suma de empleados que tienen Salta (82.000) y Jujuy (46.600). Aún más, triplica al personal de las empresas radicadas en Santiago del Estero (42.700). En Tucumán, el salario promedio del primer trimestre (estimado por el Indec en $ 1.734) creció un 24,7% respecto de igual período de 2008. Ese porcentaje es apenas superior a la suba de un empleado privado jujeño (24,4%) que gana $ 1.775 mensuales o el de un santiagueño (cobra $ 1.633) o el de un salteño ($ 1.823), cuyas remuneraciones de bolsillo crecieron un 23%, según el Indec. Con los últimos incrementos no hay sueldo que aguante. Tucumán se subió al ómnibus de los aumentos. Con presión fiscal creciente y con reajustes en los precios, el que produce y el que comercializa pierden competitividad respecto de sus pares de la región. Lo peor del caso es que a ese sobrecosto lo termina pagando toda la sociedad. FOTO PEATONAL SANTIAGO DEL ESTERO

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