Por tercer año consecutivo el galardón mayor que entrega LA GACETA fue para el mejor golfista tucumano de todos los tiempos. Andrés Romero recibió la distinción al cierre de la fiesta que se llevó a cabo en el teatro Alberdi. “Pigu” sumó 17 votos y se impuso por amplio margen.
Como si hubiera sufrido la invasión de un batallón de hormigas, Andrés Romero se movía de un lado a otro. Esa electricidad era producto del nerviosismo propio de no saber si una vez más iba a ser elegido por el jurado como el mejor deportista del año. “¿Sabés quién puede ganar?”, interrogó “Pigu” al cronista de LA GACETA, minutos antes de la apertura del telón. “Me parece que va a estar reñida la elección. Hay muchos atletas que merecen este premio”, decía luego, mientras intentaba hallar en el teatro a su amigo Roberto Sánchez. Entre mensajes de texto y charlas telefónicas, el chico de oro decidió salir a tomar aire un rato. “Es un honor está acá”, afirmó Andrés.
A medida que el tiempo tomó color de fiesta, la adrenalina en su cuerpo también se incrementaba. “¡Uh!, se viene el momento de la verdad. ¿Qué pasará?”, se preguntaba a sí mismo Andrés, ubicándose a la par del resto de sus rivales. “Cáceres, el rugbista, hizo una año excelente”, analizaba luego. Como un presagio de lo que podía pasar, “Pigu” decidió cambiar la cábala de todos los años y se ubicó sobre el margen derecho del escenario del Alberdi. Allí, mientras el conductor abría el sobre con el veredicto final, se escabulló entre los otros ternados. “El ganador es... Andrés Romero”, se escuchó. Entonces agachó la cabeza, sonrió y se encaminó a recibir su tercera corona. “Nunca me acostumbraré a esto. Recibir un premio así es impagable. Aunque lo sentía, quizás no lo esperaba. Gracias”, lanzó “Pigu”. Después de la fotos de rigor, de las entrevistas con varios medios de prensa, al final pudo contemplar el trofeo. “Es hermoso”. A este lo voy a guardar en mi casa”, prometió y, junto a su madre, Rosa, se fue a festejar.
Fuente La Gaceta...
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